Gaga hizo realidad el sueño de miles de fanáticos que fueron a verla en su primera presentación en Paraguay y los puso a cantar y bailar, en un show de gran despliegue nunca antes visto en el país.
Las cortinas cayeron dejando al descubierto el Haus of Gaga
y desde que la diva pop apareció en el escenario, los miles de
presentes que la esperaron desde la última presentación que fue la del
grupo británico The Darkness a las 20:37, llenaron de gritos el Jockey
Club a la par que Highway unicorn se dejaba escuchar.
Esta interpretación fue la primera con la que Lady Gaga pondría a saltar y hasta llorar a todos sus pequeños monstruos (Little Monsters,
como ella llama a sus fans) en el Personal Pop y con la que iniciaría
su repertorio musical del cual formaron parte un total de 24 canciones,
entre ellas Born this way, Judas y Alejandro, éxitos que vibraron en las voces de los presentes que la cantaban con las "garras arriba".
"No soy una mujer, no soy un hombre, no soy un humano y cuando te pregunten ¿Quién es Lady Gaga? Yo soy vos", dijo la cantante a poco de que cantar Bad Romance
y desplegar en escena diversos vestuarios para las cerca de seis
coreografías que en conjunto con sus bailarines y músicos la hacían
recorrer por lo largo y ancho del enorme castillo.
Poco
después, la música dejo de sonar y a Gaga se la escuchó decir que
"compartimos las mismas esperanzas, los mismos sueños, el futuro y el
mismo potencial, yo nací así, Asunción, y aterricé aquí con un
solo propósito, conseguir información sobre el amor, la música y la moda
de todas las personas posibles, ¿van a estar conmigo para siempre o me
van a traicionar?", el silencioso momento de expectativa por parte del publico se rompió cuando la llevaron al castillo y Judas sonaba a todo su potencial.
Luego
de perderla de vista por un momento, la cantante apareció en la torre
del castillo y con algunos de sus bailarines bailando desde las afueras
de este y otros desde sus recovecos, hicieron que no se desperdicie ni
un minuto de la canción y que esta se cante a puro pulmón.
"Hola",
dijo una Gaga pícara, vestida de rosado acorde con el nuevo color que
traía en el cabello. "¿Cómo estas, Paraguay?", preguntó y a continuación
mencionó que buscaría algo nuevo para vestirse en el perchero que se
encontraba en el dormitorio que ahora fomaba parte de uno de los pisos
del castillo.
Fashion of this love
sonó y Gaga llevaba un portarretrato en las manos, suspirando, terminó
la canción para luego exclamar lo feliz que se encontraba al poder estar
rodeada de sus pequeños seguidores. "¡Alcen las garras!", gritó y la
fiesta siguió con Just Dance.
La
gente saltaba y bailaba, en Asunción ya habían pasado pocos minutos de
las 22:00 y parecía mucho más debido a los númerosos bailes de la
cantante que luego se dirigió bien al frente donde terminaba el
castillo.
Con
el humor que la caracteriza, Gaga preguntó a su público "¿Quiénes
tienen que trabajar mañana?" para luego decir que le importaba "un
carajo", que ella también tenía que trabajar y que se diviertan, "¡esto
no es un funeral!" y fue luego de hacerlos reir que volvió a hacerlos
gritar y sonreir. "Les agradecí el comprar las entradas, les dije que
esto no era un funeral y que no me importa que tengan que trabajar
mañana, ok menciono esto solo para saber que no me estoy olvidando de
nada" y se colocó la bandera paraguaya a los hombros.
Volvió a sonreir a su público antes de decir que si Paraguay la necesita, solo tiene que llamarla. Esta fue la frase con la que Telephone, gran éxito que Lady Gaga interpreta con Beyonce, haría bailar nuevamente a todos los presentes.
Siguió Heavy metal lovers
y aparte de las fabulosas coreografías, el público no veía algo que los
volviera a sorprender como al inicio del show hasta que, vestida de
cuero y con poca ropa, se presentó en una motocicleta en la que iba con una de sus bailarinas.
Dejando
de lado todo el pudor de la noche, esta se movía y tocaba a Gaga de
manera sensual y atrevida. "¿Son lo suficientemente valientes para que
no les importe lo que piensen y digan los demás?", preguntó la mother monster a sus pequeños y a sus bailarines que uno a uno iban respondiendo que no.
La
cantante que en variadas ocasiones quiso levantar la parte inferior de
su vestimenta y lo hizo, volvió a hacerlo y mostró el trasero a todos
mientras se la oyó gritarles "si, todos son unos chicos malos" y Bad kids sonó y fue la 13ª canción de una noche que apenas comenzaba.
Entre lágrimas y risas
Hacer
reír a todos, más que parte del show, es parte de ella misma, en sus
conciertos en Madrid, México y otros países que ya tuvieron la suerte de
verla en vivo, su esencia fue la misma, carismática y con un humor
cautivante.
Sentada cerca de la Monster Pit y
recibiendo regalos, Gaga encontró una pequeña muñeca de Ariel, la
sirenita pelirroja de Disney y comenzó a cantar una de las canciones de
la película. "Puedo cantar el resto del show como Ariel, no me hagan
hacer eso", dijo dejando escapar las risas de todos.
Si
de por sí tenerla por primera vez en Paraguay era más que un sueño para
los fanáticos de Lady Gaga, subir a escena a pedido suyo y compartir
dos canciones desde el mismo sitio en el que se encontraba fue mágico
para los cuatro monstruitos afortunados.
Luego
de recibir peluches, banderas y hasta una chaqueta de cuero, Gaga
eligió a una chica y tres chicos para que estos subieran al escenario. A
la chica le dijo que no llore y la abrazó en varias ocasiones.
Antes de interpretar "Hair" y a un paso de llorar con un público que si
no lo hacía al menos echaba unas cuantas lagrimas, la artista dio un
gran mensaje a su público animándolos a que no se derrumben por ser
diferentes y contando además que todos somos sus mejores amigos y que la
siguiente canción la hizo para todos los que fuimos a verla incluso sin
conocernos.
El
acústico de "Hair" hizo que el Jockey Club vibre con las voces de los
miles que la cantaron, y emocionado más de uno sonrío cuando esta
terminó y los monstruos la abrazaron.
Las últimas canciones
Esperada por muchos, conocida por sus fans, You and I volvió a subir las energías de la noche de un lunes que se presentó fresco y agradable.
Minutos antes de las 23:00 sonaron Electric chapel y Americano, durante esta última lo que sorprendió a todos fue la entrada de la cantante al escenario colgada con grandes pedazos de carne y llevando un vestido y zapatos con lo mismo.
Cuando terminaron los bailes fue Poker face la que llevó a todos los fanáticos al primer álbum de Lady Gaga, The Fame. A esta le siguió Alejandro, en la cual vestia como guerrera con dos armas en los pechos, un pantalón verde oscuro y botas.
Paparazzi
fue la penúltima canción que interpretaría. Scheibe fue finalmente la
que dijo sería la última. "Te amo", dijo Gaga a todos y tras pensarse
que ese sería su gran final, The edge of glory, Marry the night y Cake
like Lady Gaga, dejaron satisfechos a un público que la disfrutó durante
dos horas de locura y sorpresas.
Las cortinas cayeron dejando al descubierto el Haus of Gaga y desde que la diva pop apareció en el escenario, los miles de presentes que la esperaron desde la última presentación que fue la del grupo británico The Darkness a las 20:37, llenaron de gritos el Jockey Club a la par que Highway unicorn se dejaba escuchar.
Poco después, la música dejo de sonar y a Gaga se la escuchó decir que "compartimos las mismas esperanzas, los mismos sueños, el futuro y el mismo potencial, yo nací así, Asunción, y aterricé aquí con un solo propósito, conseguir información sobre el amor, la música y la moda de todas las personas posibles, ¿van a estar conmigo para siempre o me van a traicionar?", el silencioso momento de expectativa por parte del publico se rompió cuando la llevaron al castillo y Judas sonaba a todo su potencial.
Hacer reír a todos, más que parte del show, es parte de ella misma, en sus conciertos en Madrid, México y otros países que ya tuvieron la suerte de verla en vivo, su esencia fue la misma, carismática y con un humor cautivante.
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